Todos los corazones son jóvenes eternamente.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

La muerte relacionada con la realidad.

Esta entrada la voy a dedicar a hablar de un tema que un día hablamos brevemente en clase y en el que me gustaría profundizar un poco más, la muerte y todas las preguntas que conlleva ese término.

Se considera muerte, desde el punto de vista médico, al cese global de funciones sistemáticas, en especial de las funciones bioeléctricas cerebrales y, por tanto, de las neuronales. Una definición demasiado técnica para lo que voy a hablar hoy sobre la muerte.

Para hablar de la muerte se necesita, también, hablar de la vida. Vida y muerte son dos términos totalmente opuestos. El primero es más aceptable para los seres humanos; el segundo suele producir miedo y rechazo en la gente, quizás por el simple hecho de que no sabemos que hay detrás de esa palabra.

Y aquí mismo tenemos la pregunta que más demanda una respuesta, ¿qué hay después de la muerte?

Para algunos es una forma de acceder a otra vida, una vida más perfecta y el paso por la Tierra se convierte en una preparación para el acceso a esta nueva vida, este era el caso de los egipcios y el cual para alguna gente no se ha descartado del todo.

Sin salir del ámbito de acceder a otra vida con el mismo cuerpo y el mismo alma, hay gente que piensa que pasamos a otra vida, distinta a la de ahora pero siendo tal y como somos ahora.

Otros, sin embargo, piensan que cuando una persona muere tan sólo muere su cuerpo pero no su alma y ésta se reencarna en el cuerpo de otra persona que acaba de nacer la cual estaba predestinada a tener ese alma.

En relación a todo lo anterior, hay gente que piensa que cuando morimos nuestro espíritu, o como queráis llamarle, queda entre el mundo de los vivos, vive entre nosotros y nos cuida, quizás sea una manera de no sentirse del todo abandonado por un ser querido; sin salir de esta teoría, hay otras personas que piensan que el espíritu sólo se queda temporalmente entre nosotros intentando comunicarse para decir o hacer algo que no pudo en vida y una vez consiguen eso se marchan.

Para otros, después de la muerte, simplemente, no hay nada.

Otra pregunta que suele surgir es si todo esto que vivimos no es real pero ¿qué es la realidad? Es un concepto bastante abstracto, para mí la realidad es todo aquello que podemos ver y tocar.

Respecto a lo de antes surgen muchas preguntas, entre ellas: ¿y si todo lo que estamos viviendo no es real? ¿Y si es sueño y cualquier día despertamos? ¿Y si la muerte es la verdadera vida?

Sea como sea y pase lo que pase, no vamos a vivir para contarlo.  






lunes, 10 de noviembre de 2014

¿Talking with my pillow?

Bueno, la primera entrada de este blog la voy a dedicar al porqué del nombre del enlace.

Empezaré por traducirlo a español, para quien no sepa inglés “talking with my pillow” significa “hablando con mi almohada” y pensaréis “¿qué sentido tiene esa frase?”, pues para mí tiene mucho sentido y seguramente, cuando lo explique, para vosotros también.


Los humanos estamos constantemente pensando, hablando interiormente con nosotros mismos, nos hacemos preguntas, le damos vueltas a los problemas, recordamos momentos... Todo eso lo podemos hacer durante el día pero no solemos tener mucho tiempo para pensar con tranquilidad, tenemos demasiadas cosas por hacer. Cuando llega la noche y nos tumbamos en nuestra cama es cuando más solemos pararnos a pensar, repasamos qué hemos hecho durante el día, pensamos sobre decisiones importantes, etc. Yo pienso que es el mejor lugar y momento para pensar, soñar despiertos, imaginar cómo podría ser nuestro futuro, poder llorar y reír sin la preocupación de si nos verá alguien y vendrá a preguntar, sin que piensen que estamos locos porque reímos sin que nadie nos haya dicho algo gracioso.
¿Quién no ha dicho alguna vez la famosa frase “lo consultaré con la almohada”? Y si no la habéis dicho, por lo menos, estoy segura de que la habréis oído.